02 dezembro 2008

Juan Gelman




Jugos del cielo mojan la madrugada de la ciudad violenta. 
Ella respira por nosotros.
Somos los que encendimos el amor para que dure,

para que sobreviva a toda soledad.
Hemos quemado el miedo, hemos mirado frente a frente al dolor
antes de merecer esta esperanza.
Hemos abierto las ventanas para darle mil rostros


Madrugada, in Velorio del solo



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