27 novembro 2018

Neoliberalismo ou democracia



O texto abaixo, com suas fragilidades e desacertos por ter sido redigido em três dias, foi apresentado no Primeiro Forum Mundial do Pensamento Crítico - CLACSO, em Buenos Aires, no GT Economia e Desarrollo Político. Foi um exercício que me exigiu leituras ainda não devidamente estudadas, conferências ouvidas e não revisitadas e  alguns textos meus publicados neste blog e parcialmente reaproveitados em suas formas e conteúdos, como por exemplo, o título.


LA VORACIDAD COMPETITIVA Y LA RAZÓN DISPONIBLE
Retrato de un país a la deriva

"Pienso que poco a poco, y de modo irreversible, nos alejamos de las "cuestiones románticas" de nuestro tiempo, y más específicamente, de 3 puntos que definen el problema de mi análisis hoy. Estos puntos son: 1) nuestras posibilidades ideológicas, 2) nuestras posibilidades profesionales, 3) nuestras posibilidades afectivas y de acción en el mundo.

Los acontecimientos ocurridos en las últimas elecciones de Brasil imponen una nueva manera de, nosotros del campo democrático, comenzar a entender lo que pasó bajo nuevos paradigmas. Ya no cabe más la lectura socio-político-económica con sus proyectos teóricos, muy bien concebidos en la academia, si no existe la proximidad carnal con las masas populares. Abandonadas como están, entregadas a su destino en el sufrimiento cotidiano, con un anteparo de programas sociales muy restringido y sin aquello que Montserrat Sagot llama una formación ideológica.

En el primer caso, considero el ejercicio de la práctica y de la reflexión político-ideológica, un trabajo que el campo democrático de izquierda practicaba muy bien en los años 1970 y 1980 en Brasil, a través de la comunidad eclesial de base, la iglesia progresista en los bordes de las ciudades desarrollando métodos críticos de análisis. Esto se perdió, como el aliento al viento, y en el lugar surgieron las acciones de la teoría de la prosperidad, trabajado de manera incesante por las iglesias neopentecostales.

Considerando las circunstancias políticas de mi generación, las luchas de independencia de África, las guerrillas de liberación en Centroamérica, hoy prácticamente no tienen sentido pensar en los líderes que se forjaron en el período de independencia de África, como Steve Biko, Leopold Senghor, Ben Bella , que alimentaban el imaginario tercermundista de los jóvenes en torno a un mundo más justo y solidario.

El más increíble en este período de ruptura con la memoria de la construcción nacional es observar el esfuerzo sistémico en hacer anacrónico y falso pensadores muy actuales como Edward Said, Milton Santos, Tariq Ali y políticos que apenas dejaron el poder, sobre todo en nuestra América del Sur, como Lula, Kirchner, Correa.

La poderosa onda neoliberal de linaje financiero-empresarial lanza sus datos y juega en el escenario con representantes "íntegros", con la propuesta de "gobernanza gestora", sin ninguna tolerancia a la diversidad política, pues se privilegia el liderazgo bancario, en sintonía con los derechos humores del llamado mercado.

En el segundo caso, el espectro de actuación profesional, la fuerte restricción de los conocimientos humanos, sustituidos por la práctica del saber técnico, concentran la formación superior a las estrategias alineadas a los intereses del mercado, gestión y producción y marketing. Cada vez más se eliminan de las aulas de las Ciencias Humanas las lecturas y debates en torno a la comprensión del mundo en que vivimos, de manera crítica. Las ocupaciones que valoran el cuerpo y la mente, los fundamentos del bienestar individual y social como la sociología, la antropología, la psicología, la filosofía, entre otras.

Entramos en un período en el que se acelera la competencia, premiando a aquellos que ofrecen subsidios a ese modo de enfrentamiento funcional, de profesores que aplican su conocimiento valorizando las condiciones de mercado, a trabajadores que se empeñan en reproducir prácticas de gestión y economía empresarial, todo definido por las cartillas neoliberales.

Y por ende el tercer caso, tal vez el más dramático, las posibilidades del afecto y de la convivencia en concordancia desaparecen con el acrecimiento de la competición, en una clave de lucha por la supervivencia en el mundo. El neoliberalismo, como propone Teresa Morales Oliveira, ministra de Desarrollo Productivo y Economía de Bolivia, no se restringe a la aplicación de los conceptos liberales en la economía, sino acción política de conquista del Estado por las grandes corporaciones redimensionando nuestra condición de estar en el mundo. 

La violencia no sólo física, sino principalmente comunicativa, de grupos alineados al más agresivo neoliberalismo económico, demuestra que una nueva moral y una nueva comunicación se impone, constituyéndose como voz y pensamiento de esa hegemonía financiero-empresarial que avanza.

Conforme Mbembe, el neoliberalismo en su proyecto de globalización deja explícita la construcción de centros y periferias, exploradores y explotados, en un modelo esclavócrata que privilegia la racialización de la humanidad, sea ella biológica o social. El racismo aquí puesto necesita ser reconocido para ser enfrentado. La branquitud retirada de su función modelo. 

En los años 1970 la Teoría de la Dependencia Marxista discutida por Ruy Mauro Marini, Vania Bambirra y Theotonio dos Santos, entre otros, proponía el mismo escenario centralidad-periferia del capitalismo, analizando los desajuste del desarrollo de la ciencia, la técnica y la información, dependencia y sumisión impuesta por el centro industrial en relación a la periferia.

Hoy el escenario es más desesperante, ya que desde el punto de vista de Mbembe, la producción de enemigos es intestina, se da en la propia periferia, y en el caso de América Latina, se muestra sometida no a los militares, sino al poder jurídico, apoyo indispensable de las élites, del gran empresariado transnacional y de los medios corporativos.

Esta, sin embargo, cumplió mejor su papel a principios del siglo XXI, al diseminar la fake news a favor de las clases dominantes. Hoy por hoy, como mostró la elección de Bolsonaro, ella fue colocada en segundo plano por la voracidad de la fake news producida en las redes sociales.

Es decir, como diria Paulo Freire, la diversidad cultural, social, política, son colocadas en jaque por una masa de reproductores bancarios que asimilan contenidos vagos, inconsecuentes e imprecisos como signos de cambios necesarios. Se sacrifica la autonomía del individuo en nombre de un "masivo compromiso bancario" que ofrece nada más que una mínima perspectiva de supervivencia.

El odio no surge del movimiento súbito y articulado de protofascistas enredados en cada sociedad, sino de todo un conjunto institucional que facilita la voz de esa gente. El odio es parido como una forma de desarticulación, como a desvelar una especie de totalitarismo que propone la reconstrucción total de la sociedad, con nueva mentalidad, con nuevas instituciones. 

El odio de las calles de Berlín a principios de los años 1930 resurge con otros ropajes, legitimado por la miseria intelectual y social. El odio en las relaciones ganará fuerza en Brasil de Bolsonaro, un odio decrepito, de tono agresivo, incapaz de edificar un proyecto.

La desintegración por las fake news producida en los valores morales de la sociedad construyó en Brasil consecuencias dolorosas y irreversibles en el tejido social. Para terminar de manera más liviana, aún que dolorosa, me gustaria de proponer una conclusión literária, un cuento escrito por Mario Benedetti hace 50 anos, en que es posible comprobar algo que se pasó a menudo en nuestros hogares. 

Se trata del cuento Ganas de Embromar, de Benedetti, cuando los amigos Armando y Barreto perciben que sus conversaciones telefónicas son intervenidas en razón de tres carrasperas, una larga, otra corta y otra larga, y aún así continúan jugando con el censor. Pocos dias más tarde, Armando es detenido y violentamente torturado.

Armando se despertó en el hospital y allí todos estaban: el padre, la madre, Barreiro, Tito, Celia. Detrás de Barreiro estaba Tito, más callado que de costumbre. De pronto, Maruja, su novia, reparó em él.

- Y vos qué decís ahora? Seguís tan ecuánime como de costumbre?

- Siempre le dije a Armandito que la política era una cosa sucia.

Luego carraspeó, três vezes seguidas, una larga, una corta, una larga.


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