Corrientes, tres cuatro ocho,
segundo piso, ascensor.
No hay porteros ni vecinos.
Adentro, cocktail y amor.
Pisito que puso Maple:
piano, estera y velador,
un telefón que contesta,
una vitrola que llora
viejos tangos de mi flor
y un gato de porcelana
pa' que no me maulle al amor.
Y todo a media luz
que es un brujo el amor,
a media luz los besos,
a media luz los dos.
Y todo a media luz
crepúsculo interior.
!Que suave terciopelo,
la media luz de amor!
(...)
(Edgardo Donato/Carlos Lenzi, 1925)
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